
El «milagro» de la Iglesia: devuelve cien veces lo que recibe del Estado.
CAMINEO.INFO.- Percibe  252 millones a través del IRPF, y con su labor social, educativa y  asistencial revierte a la sociedad 30.000 millones de euros.
La  Iglesia es rentable social y económicamente. Por cada euro que los  españoles destinan a la institución, ésta lo revierte multiplicado por  casi tres en beneficios para la sociedad. En total, la Conferencia  Episcopal Española c(CEE) calcula que la labor de la Iglesia en el  ámbito pastoral, educativo, cultural y asistencial le supone al Estado  un ahorro de más de 30.000 millones de euros.
«Cuando se habló  de que la actividad desplegada por la Iglesia suponía un ahorro de  30.000 millones de euros a las arcas públicas no se estaba diciendo  ningún disparate, incluso nos quedamos cortos», señaló ayer el  vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez  Barriocanal, durante la presentación de la Memoria Justificativa de  Actividades correspondiente al Ejercicio Fiscal 2008, un esfuerzo de  transparencia que realiza el Episcopado para dar cuenta al Estado y a  toda la sociedad del destino de los fondos que recibe a través de la  Asignación Tributaria.
Esta partida, que es la que se incluye en  la memoria, y compone el Fondo Común Interdiocesano, supone apenas el  25% del presupuesto global de la Iglesia y se destina en gran parte  (84%) a las diócesis, que la utiliza para el sustento del clero (78%),  al mantenimiento de los seminarios y a las actividades pastorales.
El  resto del sostenimiento de esta institución (75%) recae directamente en  los fieles a través de sus aportaciones, donaciones o herencias.
La  Iglesia recibió a través de los 7.195.155 contribuyentes que marcaron  su casilla en la Declaración de la Renta (ejercicio fiscal 2008) 252,7  millones de euros, de los cuales 153 millones de euros los percibió a  cuenta en 2008 y el resto (casi 100 millones de euros) este año.
Para  justificar el empleo de los recursos obtenidos mediante la asignación  voluntaria de los contribuyentes y también como un modo de concienciar a  la sociedad sobre el coste real de muchos de los servicios que presta,  la Gerencia de la Conferencia Episcopal solicita todos los años a un  grupo de expertos el estudio pormenorizado de los datos que suministran  las 69 diócesis españolas.
El informe final, presentado ayer,  revela por ejemplo que mientras a esta institución le cuesta 680  millones de euros celebrar los sacramentos, impartir la catequesis y  atender los enfermos, esa cifra se elevaría hasta los 1.860 millones de  euros si esos servicios tuvieran que ser contratados a valor del  mercado. Y es que, según los cálculos que ofrece el informe, los  distintos agentes de pastoral —sacerdotes, laicos y voluntarios—  dedicaron más de 45 millones de horas a atender a los fieles. «Esto  indica que la gratuidad de los recursos y la eficiencia de su uso supone  que cada euro que se invierte en la Iglesia rinde como más de dos veces  y media (2,73) en su servicio equivalente en el mercado», insistió  Barriocanal.
Lucha contra la crisis
En  el ámbito educativo, a la Iglesia también le salen mejor las cuentas, ya  que para atender a los 1,4 millones de alumnos en sus más de 6.000  centros concertados invierte alrededor de 2.466 millones de euros,  mientras que si este servicio tuviera que ser prestado por el Estado le  costaría 4.148 millones de euros más. Esta cifra se deriva de la  diferencia entre el coste para el Estado de una plaza en un centro  público (4. 827 euros) y el importe que el Estado asigna al concierto  por plaza (1.800 euros).
Capítulo aparte merece su actividad  caritativa, que lleva a cabo a través de Cáritas y Manos Unidas. En  2008, ambas instituciones destinaron 262 millones de euros, que  beneficiaron a 2,8 millones de personas. Sobre este apartado,  Barriocanal aclaró que «la Iglesia no es una ONG. El católico descubre  que en el rostro del de al lado está Jesucristo y por eso se da al  otro». También advirtió de que la crisis ha incrementado  «exponencialmente» las necesidades de los más desfavorecidos y en muchos  casos se están doblando las personas que reciben ayuda de las  instituciones católicas.
Con todo, la Iglesia quiso dejar claro  ayer que el apoyo económico que recibe de los españoles no sólo es la  mejor manera de luchar contra la crisis sino también de promover valores  esenciales en la sociedad como la justicia social, la dignidad de la  persona y el bien común
 
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