Magia para el año nuevo
   A las 10:31 AM, por Luis Santamaría
   
Categorías : Nueva Era, Santa Muerte, Santería - cultos afroamericanos, Esoterismo - Ocultismo
Categorías : Nueva Era, Santa Muerte, Santería - cultos afroamericanos, Esoterismo - Ocultismo
Fragmentos de apocalipsis (7)En mi búsqueda de referencias apocalípticas y milenaristas, sean mayas o no, sobre el año 2012 que hoy comenzamos, me he topado estos días con una serie de grupos y personas de la órbita de la nueva religiosidad y del esoterismo que hacen afirmaciones muy peculiares en torno al cambio anual de calendario, o al menos al que acaba de suceder. Y con unas consecuencias rituales de lo más extraño, a pesar de que a estas alturas, en medio de tanta liturgia popular, se complica cada vez más la celebración de la Nochevieja entre uvas, cava, prenda usada y nueva, ropa de tal color, algo de oro en la copa y la mezcla de cotillones y pirotecnia.
La agencia France Press proporcionaba la siguiente información en vísperas del cambio de  año: “en
 Brasil se espera que dos millones de personas vestidas de blanco 
lleguen a la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, para recibir el 
2012 con un gigantesco espectáculo de 24 toneladas de fuegos 
artificiales lanzados desde el mar, que este año buscan promover la 
preservación del medio ambiente”. Hasta aquí, parece que todo es 
normal: al tratarse de otra cultura, pensamos que ésas serán sus 
costumbres. Pero seguimos leyendo y encontramos la clave de esta 
celebración: “tradicionalmente, los cariocas vestidos de blanco hacen
 sus ofrendas a Yemanjá, diosa del mar del culto afro-brasileño 
candomblé, y lanzan al mar gladiolos blancos en pedido de paz, rojos 
para tener amor y pasión, o amarillos para atraer el dinero”.
Si la cifra aportada se aproxima a la realidad, estamos ante una 
práctica bastante difundida. Seguramente no todos los que han 
participado anoche en este rito sean practicantes asiduos del candomblé,
 pero esto nos da una idea de la popularización de una costumbre ligada a
 un culto sincretista afroamericano bien concreto. Muchos de los que han
 celebrado esta fiesta serán católicos, por ejemplo, y no verán problema
 ninguno en honrar a una diosa pagana con sus ofrendas. Triste 
espectáculo que contrasta con las impresionantes actas de mártires que 
conservamos en la Iglesia como testimonio de antepasados nuestros que se
 dejaron matar antes que quemar un puñado de incienso delante de un 
ídolo. En la Biblia, antes de Cristo, encontramos ya el testimonio 
dramático de los siete hermanos que, junto con su madre, afrontaron el 
martirio firmes en su fidelidad a Dios y sin abandonar las tradiciones 
de sus padres (2 Mac 7). Pero ésta es otra historia, y parece que poco 
tiene que ver con lo que vivimos hoy.
Siguiendo con los cultos afroamericanos, y sin salir del despacho publicado por France Press, “los habitantes de Cuba arrojan baldes de agua para purificar su hogar”.
 A primera vista, igual que antes, parece una simple costumbre 
supersticiosa, pero la misma agencia informativa nos aclara que se trata
 de “una costumbre inspirada en las religiones africanas”. 
Volvemos, pues, al sincretismo popularizado entre la gente. Leemos 
también que en Nicaragua se bañan al aire libre para recibir el nuevo 
año purificados mirando al sol, y en Colombia colocan espigas sobre la 
mesa donde cenan para invocar a la abundancia, además de poner “tres 
patatas bajo la cama: una pelada, una a medio pelar y otra sin pelar. A 
medianoche, se elige una sin mirar: la pelada representa un mal augurio,
 la medio pelada ni el bien ni el mal y la sin pelar depara gran 
bonanza”. Aunque desconozco el origen de estas prácticas, nos 
movemos en el mismo ámbito de ritualización más o menos esotérica de un 
momento que se vive especialmente como cambio de ciclo.
Según los expertos en sociología de la religión, después de sus 
investigaciones sobre el terreno, los adeptos de estos cultos 
afroamericanos –sobre todo umbanda y candomblé– crecen numéricamente en 
Brasil, y sólo en Río de Janeiro habría más de 250.000. Esto produce 
unos efectos sociales que van más allá del rito puntual de fin de año en
 las playas cariocas, pasando a otras esferas más institucionales. En 
estos días, por ejemplo, el alcalde de Río, Eduardo Paes, ha emitido un decreto que declara el culto a esa divinidad marina, Yemanjá, “patrimonio cultural carioca”. Como afirma acertadamente una noticia de la agencia Efe, esta ofrenda multitudinaria “es una tradición que ha trascendido a la propia religión y que ahora la practica gran parte de la población” de esta ciudad brasileña.
Viajamos hacia el norte y cambiamos de culto, aunque continuamos en 
el mismo continente y en los parámetros del sincretismo religioso 
contemporáneo. Algunos medios de comunicación han destacado estos días 
cómo viven el cambio de año los fieles de la Santa Muerte, algo que ha 
cobrado una creciente popularidad en México en estos últimos años. Como 
es natural, sus adeptos encomiendan el año 2012 a la protección de esa 
figura lúgubre personificada y divinizada. Un redactor de la revista 
mexicana Sexenio explica que “existen personas que le encargan su seguridad, porvenir económico y salud a la Santa Muerte”, y añade que a pesar del rechazo de la Iglesia católica a esta desviación espiritual, “cada
 vez más católicos creen en ella y en los milagros que concede, los 
cuales cobra a alto costo, si no se cumplen los acuerdos que le fueron 
ofrecidos”. 
Podríamos seguir con muchos más ejemplos de todo esto. No pueden 
faltar los adivinos, cartomantes y magos que siempre aparecen con sus 
predicciones para el año nuevo. Uno muy popular en Iberoamérica, Walter Mercado (que dio un salto directamente del cine al ocultismo, y que ahora se hace llamar Shanti Ananda),
 nos puede servir como ejemplo. En su “Panorama astrológico” para 2012 
habla de planetas y signos zodiacales, y desde ahí vaticina lo que va a 
ocurrir. Por un lado, todos los efectos interiores de las personas –cuyo
 cumplimiento será difícil de comprobar a final de año–, tales como “enfrentar nuestro lado oscuro del corazón y batallar contra nuestros demonios internos”, añadiendo que “sólo con honestidad y fe llegaremos a realizar el Reino de Dios en nuestro interior”. 
Por otro lado, lo más interesante y mediático, que son las 
predicciones que afectan al mundo exterior. Así, leemos afirmaciones 
demasiado genéricas, como que “los sistemas legales alrededor del 
mundo tendrán que corregir errores que afectaban a ciertos grupos un 
tanto marginados y destruir los abusos de poder, tanto gubernamentales 
como corporativos”. O que “se cuestionarán la llamada sabiduría o los dogmas absolutos de algunas religiones organizadas”. Y están los típicos avances de la política mundial, como éste: “Plutón irá tumbando y destruyendo gobiernos dictatoriales donde no existen libertades”, en referencia a los países árabes que han vivido las recientes revoluciones. Y lo más curioso de todo es que en 2012 “se intensificará el descubrimiento de seres de otros planetas o de planetas paralelos”. Y, para dejar buen sabor de boca, una recomendación práctica: “la sanación global estará en la unión de todos con amor, fraternidad, compasión, comprensión y fe”.
Para terminar, recojo la referencia de algunos medios de comunicación
 que proponen a sus lectores algunas pistas de acción para el cambio de 
año. En un periódico ecuatoriano leo los consejos de un “terapeuta holístico” que también es maestro de reiki, y que llamaba a “armonizarse” con vistas al año nuevo. En un lenguaje espiritual típico de la Nueva Era, recomienda la oración –que es “muy poderosa”– con una vela encendida alrededor del aura propia de la persona. A esta oración, explica, “se
 le pone un propósito deseando que esa vela consuma todo lo negativo de 
la mente y del corazón. Ese es el fuego transmutador que todo lo quema y
 lo renueva y mientras más fe le pongas, mejor”. Junto a esto, la meditación: “enciérrate a solas en una habitación y visualiza que del cielo desciende una cascada de luz que viene desde la mano de Dios”.
 No sabemos de qué Dios habla, claro. Y a esto se une una serie de 
indicaciones prácticas sobre la limpieza energética con el baño en aguas
 amargas, la quema de monigotes o la purificación del hogar con 
incienso.
Ciertamente el cambio de año se vive como un momento especial por 
parte de las personas, un momento que va más allá del simple gesto de 
cambiar el calendario y de repartir buenos deseos entre los demás. Los 
momentos de paso en la vida sirven para mirar atrás y recapitular, y 
para plantear la vida con sentido hacia el futuro. Cuando no se 
encuentra este sentido, hay que buscarlo en algún lugar, y por las 
rendijas del puro positivismo vital se cuelan todas estas ofertas 
alternativas que habría que situar más en el espacio de la magia que en 
el de la religión. Se intentan disipar los miedos y asegurar las 
certezas, dejando muy poco espacio para la esperanza y para la fe, y 
poniendo todo en las manos de divinidades y fuerzas más o menos 
conocidas a las que habrá que tener contentas. Pura magia.
Luis Santamaría del Río
En Acción Digital, 1/01/12
 
1. Fragmentos de apocalipsis
2. Las profecías de Nostradamus
3. Un mes con dos apocalipsis fallidos
4. Nostradamus y el fin del mundo en 2012
5. Los cristianos, ignorantes del tiempo del fin
6. Feliz fin del mundo
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