La directiva firmada a finales de enero por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) en la que incidía en la obligación de separar la misa de los actos oficiales en las Fuerzas Armadas ha generado reacciones diversas entre las asociaciones de militares. Según el Jemad la directiva, «establece una serie de criterios generales para normalizar» la organización de las entregas de despachos de oficiales y suboficiales, porque, señala, «existían diferencias notables en el desarrollo de estas ceremonias» que «obligaba a que las altas autoridades que los presiden tuvieran que adaptarse al protocolo y a las particularidades del acto»
Según informa La Razón, la instrucción incide en una orden ministerial de 1994 que ya regulaba esto mismo. La Armada, al coincidir la entrega de despachos con la patrona, mantenía la misa dentro de la celebración de la jornada y a ella acudían las autoridades civiles y militares, incluidos representantes de la Familia Real. Así, la directiva viene a zanjar cualquier clase de polémica por la celebración de una misa con las autoridades como la que se generó hace dos años, insistiendo en que la eucaristía debe realizarse con anticipación suficiente y en un lugar distinto al acto de entrega de despachos.
La Asociación de Militares Españoles (AME) consideró ayer que las «tradiciones hay que conservarlas», sobre todo porque la «mayoría» de la sociedad es católica y en democracia se aplica «lo que diga la mayoría». Por eso, en declaraciones a Servimedia, su presidente, Leopoldo Muñoz, retó a Defensa a realizar una consulta democrática sobre si deben celebrarse o no misas en los actos castrenses.
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), por su parte, reclamó ayer al departamento de Carmen Chacón que «se regule bien» la libertad religiosa en el seno de las Fuerzas Armadas. Su presidente, Mariano Casado, considera que Defensa debe respetar las confesiones que se profesan y «no establecer como obligatoria» la presencia de los militares en actos religiosos.
Según informa La Razón, la instrucción incide en una orden ministerial de 1994 que ya regulaba esto mismo. La Armada, al coincidir la entrega de despachos con la patrona, mantenía la misa dentro de la celebración de la jornada y a ella acudían las autoridades civiles y militares, incluidos representantes de la Familia Real. Así, la directiva viene a zanjar cualquier clase de polémica por la celebración de una misa con las autoridades como la que se generó hace dos años, insistiendo en que la eucaristía debe realizarse con anticipación suficiente y en un lugar distinto al acto de entrega de despachos.
La Asociación de Militares Españoles (AME) consideró ayer que las «tradiciones hay que conservarlas», sobre todo porque la «mayoría» de la sociedad es católica y en democracia se aplica «lo que diga la mayoría». Por eso, en declaraciones a Servimedia, su presidente, Leopoldo Muñoz, retó a Defensa a realizar una consulta democrática sobre si deben celebrarse o no misas en los actos castrenses.
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), por su parte, reclamó ayer al departamento de Carmen Chacón que «se regule bien» la libertad religiosa en el seno de las Fuerzas Armadas. Su presidente, Mariano Casado, considera que Defensa debe respetar las confesiones que se profesan y «no establecer como obligatoria» la presencia de los militares en actos religiosos.
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