«Como sabéis, vive momentos particularmente difíciles»
El Papa pide a los fieles católicos de todo el mundo que recen por la Iglesia en China
En la audiencia pública de los miercoles, Benedicto XVI hizo hoy un llamamiento a la oración en favor de la Iglesia Católica en China. «Pongo en manos de las plegarias de todos los católicos del mundo a la Iglesia en China, que como sabéis, vive momentos particularmente difíciles», afirmó. El Papa pidió a los cristianos que «apoyen» a los obispos chinos «para que puedan testimoniar la fe con valentía» y para que los católicos chinos puedan «vivir en comunión» con toda la Iglesia universal.
(Efe/InfoCatólica) El pasado 20 de noviembre fue ordenado obispo José Guo Jincai sin el permiso del papa Benedicto XVI, lo que el Vaticano calificó como una “grave violación de la libertad de religión y conciencia”. La Santa Sede precisó ese día en un comunicado que el Papa estaba “muy disgustado”, ya que la ordenación se efectuó sin el mandato apostólico y por tanto representaba “una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica”.
Días antes, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, había expresado la “preocupación” de la Santa Sede ante las noticias provenientes de China “según las cuales algunos obispos en comunión con el papa “estaban siendo obligados por funcionarios del Gobierno a participar en la ordenación ilícita” de Guo Jincai, en Chengde (Hebei, noreste del país).
La Iglesia Católica Patriótica China, que no está en comunión con Roma, atribuyó a un “malentendido” las críticas del Vaticano a la ordenación del obispo y lamentó que haya utilizado el hecho para denunciar que en el país asiático no hay libertad religiosa. Con anterioridad a este episodio, varios sacerdotes católicos chinos habían sido consagrados obispos en comunión con Roma con el visto bueno del Gobierno comunista de Pekín, lo que fue considerado como una señal de “distensión” entre China y el Vaticano, que no tienen relaciones.
La Iglesia patriótica de China
En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial, controlada por el Gobierno comunista y conocida como Patriótica, y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por el gobierno de Pekín. Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de los obispos, pues el Vaticano reclama que sólo pueden ser designados por el papa, mientras que la “Iglesia Patriótica” ha ordenado obispos sin el visto bueno de la Santa Sede.
El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, después de que Pío XII excomulgara a dos obispos designados por el Gobierno chino, que a su vez expulsó al nuncio apostólico, que se estableció en la isla de Taiwán. Para reanudar las relaciones diplomáticas, China exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y que no “interfiera” en los asuntos internos chinos. A mediados de 2007 Benedicto XVI envió una carta a los católicos chinos en la que expresaba su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas con China, lo que supondría, según el Vaticano, trasladar la Nunciatura de Taipei a Pekín.
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