Éxito de la convocatoria
Miles de personas defienden la vida frente al Congreso de los mercenarios de la muerte en Sevilla
Una concentración en favor de la vida sin precedentes se ha desarrollado en Sevilla, frente al Hotel Meliá Sevilla, que acoge el encuentro de propietarios de abortorios y «profesionales» del exterminio de seres humanos. Miles de personas han mostrado durante más de una hora su condena ante la celebración de encuentros que, disfrazados de «congreso científico», solo persiguen incrementar el negocio del aborto y además están patrocinados por el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de Andalucía con el dinero de todos los ciudadanos.
(HO/Abc) El acto organizado ayer para rechazar el aborto permitió a los miles de manifestantes congregados en Sevilla oír la opinión al respecto de destacados ginecólogos. El portavoz de la Plataforma Ginecólogos por la Vida, Esteban Rodríguez, se definió como “un profesional de la salud de la mujer, no del aborto y la contracepción” y apostó por “salvar a la mujer de los intereses del abortismo político y empresarial”.
Rodríguez dijo que su postura es radical, “pero radical en defensa de la salud y de la dignidad de las mujeres y de los hombres, y radical a la hora de defender la verdad, y la verdad científica es que en todo aborto hay un ser humano que muere, un ser humano que mata y una mujer que sufre las consecuencias”. Añadió que “somos intolerantes con la idea de que un hijo antes de nacer no es un ser humano e intolerantes con la negación de la verdad científica, con la violación de los derechos humanos y con los que se enriquecen con el sufrimiento ajeno”.
El también médico y hermano mayor de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, José Manuel Albiac, dijo en su intervención que “los médicos deben defender la vida desde el momento de la concepción, porque un niño concebido en el seno de la madre nunca es un ser agresor y nunca un médico debe colaborar en su muerte”.
“Las hermandades —agregó— tenemos que ser las primeras en defender un derecho como éste, porque la vida es un don recibido como un talento y sólo Dios es el señor de la vida desde sus comienzos”.
Albiac señaló que Sevilla es la ciudad de la vida, de la belleza, “ciudad Mariana que no puede consentir la celebración de un congreso por la oscuridad, la tiniebla, a favor de la muerte y de la destrucción”. Indicó que como médico considera “contranatura y cruel” abordar cuáles pueden ser las mejores técnicas para descuartizar a un ser indefenso”, en alusión al contenido de las jornadas de trabajo que se desarrollaban a escasos metros de la manifestación y al mismo tiempo. “Me enseñaron en la facultad —continuó— que a los congresos íbamos a encontrarnos con un mejor diagnóstico, para conservar la salud y la vida, y nunca para ir hacia la muerte”.
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