Tras las leves reformas económicas liberalizadoras
La Iglesia Católica impulsa en Cuba la capacitación
de pequeños empresarios, surgidos de las reformas económicas realizadas
en el país, con varias iniciativas que tienen el objetivo común de
fomentar la cultura emprendedora, según informa la revista Palabra
Nueva, del Arzobispado de La Habana.
(El Universo/InfoCatólica) El Arzobispado, la
Compañía de Jesús y los Hermanos de La Salle desarrollan desde hace
algún tiempo tres experiencias formativas para ayudar a la creación y mantenimiento de los micronegocios que permiten la ampliación del trabajo privado, una de las medidas más destacadas del plan de reformas económicas del gobierno de Raúl Castro.
Más de un año después de su inicio, entre el 40 y el 45 por ciento de los cubanos que se han capacitado con CubaEmprende ya tienen un negocio. Cerca de 60 por ciento de los matriculados en este taller son universitarios y en una primera etapa acudían más hombres que mujeres, una tendencia que en la actualidad se ha invertido. Otro de los proyectos de formación empresarial surgido en el seno de la Iglesia cubana es la Diplomatura en Gestión de Pequeños Negocios que oferta la congregación de los Hermanos de La Salle en la iglesia de Jesús del Monte.
La tercera opción de capacitación es el taller de adiestramiento para quienes poseen o quieren iniciar un negocio, que organizan los religiosos de la Compañía de Jesús en el Centro Fe y Cultura La Anunciata en la habanera iglesia de Reina y que ha cumplido ya cinco ediciones. Según coinciden los coordinadores de las tres experiencias, los principales problemas a que se enfrentan los nuevos emprendedores cubanos son las fuentes de financiación, las trabas legales o la inexistencia de mercados mayoristas para conseguir materia prima.
CubaEmprende
Una de esas experiencias es CubaEmprende, que comenzó en mayo del 2012 a impartir talleres de cuatro módulos sobre marketing y administración; contabilidad y finanzas; venta y servicio al cliente y aspectos psicológicos, como la autoestima o el temor al fracaso y a volver a empezar.Más de un año después de su inicio, entre el 40 y el 45 por ciento de los cubanos que se han capacitado con CubaEmprende ya tienen un negocio. Cerca de 60 por ciento de los matriculados en este taller son universitarios y en una primera etapa acudían más hombres que mujeres, una tendencia que en la actualidad se ha invertido. Otro de los proyectos de formación empresarial surgido en el seno de la Iglesia cubana es la Diplomatura en Gestión de Pequeños Negocios que oferta la congregación de los Hermanos de La Salle en la iglesia de Jesús del Monte.
La tercera opción de capacitación es el taller de adiestramiento para quienes poseen o quieren iniciar un negocio, que organizan los religiosos de la Compañía de Jesús en el Centro Fe y Cultura La Anunciata en la habanera iglesia de Reina y que ha cumplido ya cinco ediciones. Según coinciden los coordinadores de las tres experiencias, los principales problemas a que se enfrentan los nuevos emprendedores cubanos son las fuentes de financiación, las trabas legales o la inexistencia de mercados mayoristas para conseguir materia prima.
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