26/9/12
La Teología de la liberación preocupa al Vaticano
15/6/11
«Premio Ratzinger» para el teólogo español Olegario González de Cardedal
De la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI
«Premio Ratzinger» para el teólogo español Olegario González de Cardedal
En el Aula Juan Pablo II del Vaticano, han sido presentados esta mañana los teólogos galardonados con el «Premio Ratzinger» instituido por la «Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI». Se trata del español Olegario González de Cardedal, el italiano Manlio Simonetti y el alemán Maximilian Heim. El premio será entregado por el propio Benedicto XVI el próximo 30 de junio.
(InfoCatólica) El anuncio ha sido realizado por el Cardenal Camillo Ruini, presidente del premio y del Comité Científico de la Fundación, por Mons. Giuseppe Antonio Scotti, presidente de la "Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI", por el padre Stephan Horn, presidente de la "Joseph Ratzinger - Papst Benedikt XVI - Stiftung" y miembro de la Fundación vaticana; y por el Prof. Giuseppe Della Torre, Magnífico Rector de la Universidad de Roma LUMSA.
Biografía de Olegario González de Cardedal
Olegario González de Cardedal nació en Lastra del Cano, Ávila, el 2 de octubre de 1934. Fue ordenado sacerdote en 1959. Doctor en Teología por la Universidad de Munich en 1964. Cursó estudios de Filosofía e Historia en la Universidad de Oxford y en la Católica de Washington. Es Catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca desde 1975, emérito desde 2006. Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional (1969-1979). Consultor del Consejo Pontificio para el diálogo con los no Creyentes y asistente al Concilio Vaticano II.
Es Académico numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid (desde 1986). Ha dirigido los cursos de Teología de la Universidad Complutense en El Escorial. Durante años dirigió la cátedra “Domingo de Soto” en la Universidad Civil de Salamanca. Ha sido director y profesor de cursos de formación de teología en distintas universidades nacionales e internacionales. Además, es miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Premio Ortega y Gasset de Ensayo, Premio Nacional de las Letras 'Teresa de Ávila' y Premio Castilla y León de las Ciencias Sociales y Humanidades en 2004. Ha publicado 24 libros y cientos de colaboraciones en libros colectivos y de ensayos y artículos en revistas y diarios.
Entre sus publicaciones se pueden destacar: La gloria del hombre (1985), España por pensar (1985), Jesús de Nazaret. Aproximación a la cristología (1993), Madre y muerte (1994), Raíz de la esperanza (1996), Cuatro poetas desde la otra ladera. Prolegómenos para una cristología (1996), La entraña del cristianismo (2000), Sobre la muerte (2002), Educación y educadores: el primer problema moral de Europa (2004), El quehacer de la teología. Génesis. Estructura. Misión (2008), La Teología en España 1959-2009 (2010).
La Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI
La "Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI", que tiene como objetivo promover la investigación, el estudio y las publicaciones en el campo de la teología sobre el pensamiento de Joseph Ratzinger, organizar encuentros de carácter científico y cultural, y premiar a estudiosos que se destaquen por su labor de investigación en estos campos, se presentó el pasado 26 de noviembre de 2010 en el Vaticano.
La Fundación nació por iniciativa de la fundación alemana "Joseph Ratzinger-Papst Benedikt XVI - Stiftung" el año pasado. En Alemania por este motivo fue asumida la iniciativa de publicar la ‘opera omnia' del Papa Ratzinger desde cuando era profesor de Teología hasta hoy. Los escritos, algunos inéditos, son publicados en 16 volúmenes; hasta ahora en alemán fueron publicados tres volúmenes; en italiano el primero es sobre la Liturgia.
"La primera y consistente contribución ha sido otorgada por el propio Pontífice, que ha querido poner a disposición buena parte de los ingresos económicos derivados de sus derechos de autor", explicó durante la presentación de la Fundación, su presidente, Mons. Giuseppe Antonio Scotti. "El sentido y el objetivo de la fundación es poner el acento sobre la teología", explicó monseñor Scotti.
Por su parte, el cardenal Ruini explicó que las áreas de estudio serán principalmente las "Sagradas Escrituras", la "Patrística" y la "Teología Fundamental". El cardenal señaló que el Comité lo componen, además de él, los cardenales Tarcisio Bertone y Angelo Amato, respectivamente secretario de Estado y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y los arzobispos Jean-Louis Bruguès, O.P., y Luis Francisco Ladaria, S.I., respectivamente secretarios de la Congregación para la Educación Católica y para la Doctrina de la Fe.
El padre Horn, presidente de la fundación alemana, explicó que ya antes de la elección al pontificado del cardenal Ratzinger sus alumnos pensaron en crear una Fundación Joseph Ratzinger. "No sentían solo una gratitud profunda hacia su maestro -dijo-, sino que estaban también convencidos de la importancia de su teología para la Iglesia. (...) En el encuentro del Schülerkreis con el Santo Padre en Castelgandolfo en 2007 recibimos su aprobación para crear una fundación autónoma".
Entre los proyectos de la fundación está el de la Universidad de Regensburg: la institución de una cátedra para un profesor visitante en la facultad de Teología durante el semestre estival; en Salzburgo (Austria) se ha realizado ya en septiembre de este año una Benediktakademie (Academia Benedicto) para jóvenes científicos. En Roma, en colaboración con la Casa Balthasar -institución para el discernimiento de las vocaciones de los jóvenes católicos- se quiere crear un centro de estudios sobre teología y espiritualidad. "También hemos recogido -finalizó el padre Horn- los recuerdos de más de cuarenta ex-alumnos de Ratzinger para archivarlos".
7/9/09
XXIX Congreso de Teología
Eucaristía de clausura del XXIX Congreso de Teología
Una misa con 700 concelebrantes
“Jesús, poco antes de morir, tiempo de crisis para él y los suyos, hizo lo que tantas veces había hecho en su vida: repartir el pan. Tomad y comed, dijo, esto es mi cuerpo”. Son las palabras de la consagración. Recitadas por un coro de cientos de voces. Todas al unísono. Con profunda unción y conscientes de estar consagrando. No es una misa hereje ni masónica. Es la eucaristía que este mediodía concelebraron los 700 asistentes al XXIX Congreso de Teología, que se clausuró hoy en Madrid.
La eucaristía de clausura, organizada por el Movimiento pro celibato opcional (MOCEOP) fue un auténtico acontecimiento salvífico. Toda ella giró en torno a un “diccionario del corazón”. Porque, “como la crisis quienes más la sufren son los pobres, tener corazón, tener entrañas de misericordia, removerse el corazón...son expresiones que nos evocan la solidaridad y la bondad y misericordia de Dios”.
Una eucaristía distinta, pero “con la misma liturgia”. Eso sí, “con un lenguaje más laico, más cercano, más simbólico y más vivo”, como explica Andrés Muñoz, uno de los líderes del Moceop.
El salón de actos de la sede de Comisiones Obreras de Madrid (“no hay sitio para nosotros en la posada”) está abarrotado. En el escenario, acaba de finalizar la última ponencia del sociólogo vasco Demetrio Velasco. Una ponencia-pórtico para la misa, en la que abordó “las actitudes y los compromisos cristianos ante la crisis”.
Tras señalar que “ni la crisis que padecemos ni el mundo en que vivimos son frutos de la fatalidad, sino construcciones humanas”, el sacerdote vizcaíno denuncia la “perpetuación de un sistema capitalista tan irracional e injusto”. A su juicio, para terminar con él, “hay que deslegitimarlo”.
¿Cómo? Según el ponente, “es el momento de la praxis cristiana y de la construcción de una Iglesia institucional, que haga plausible esta praxis”. Y el centro de esa praxis es la eucaristía. Una eucaristía como “actualización de la memoria subversiva frente a los códigos y los mapas que rigen nuestro mundo, para caminar juntos hacia un mundo menos inhumano que el actual”.
Terminada la ponencia, Demetrio Velasco se queda en el escenario, junto a otros 14 miembros del Moceop, para presidir la eucaristía celebrada desde esa óptica. Aunque como decía un poco antes Andrés Muñoz, uno de los organizadores, “ésta es una misa de todos. No hay presidentes. Todos concelebramos y todos consagramos. La presidencia es compartida, pero con todos los ritos básicos”.
Una misa de doce especial. En la que, tras consagrar todos el pan, todos consagran también el vino. “Repartió también el vino. Tomad mi sangre, como transferencia de vida, que la entrego a todos los hombres y mujeres, para su salud”. Y todos elevaron sus manos hacia el cáliz. Y todos concluyeron el rito así: “Haced esto también entre vosotros. Este es el sacramento de la justicia y de la caridad”.
Antes de la consagración, se habían “concordado”, se habían puesto en sintonía, cantando y baliando al son de la música interpretada por el cantautor Domingo. Después de “concordar”, llegó el momento de “recordar”, de “traer a la memoria situaciones de crisis de la humanidad”. Se leyó el pasaje del buen samaritano y, después, con la actuación de un mimo, “como María pasamos el Evangelio por el corazón”.
A continuación, el momento de “discordar”: “En un momento de silencio interiorizamos nuestras discordancias personales y las que existen entre la sociedad y el proyecto de Jesús”. Y tras discordar, “recordar”, es decir presentar las ofrendas trayendo a la memoria los objetivos del milenio y haciendo una colecta solidaria.
Tras la consagración, el padrenuestro y la comunión. En la sala, se masca la mística militante. Son los “rojos” de la Iglesia católica española. ¿Los últimos? Hay mucha gente mayor, pero también muchos jóvenes. Porque la mística militante nunca muere.
El canto de comunión lo explicita poéticamente: “¿Sabéis lo que hizo cuando hubo hambre? Robaron el pan, partieron el pan. Un butrón en el cielo, un saqueo de estrellas. El oro del templo para comprar mazapán”. Y continúa: “Fumarse la pena, la ley por montera, perderse en amar. Soñar como niños, cantar como grillos, bañarse en su mar”.
El cantautor pregunta: “¿Sabéis lo que hizo cuando hubo amor?” Y la asamblea responde: “El Papa de Roma volvió a ser papá, la suegra de Pedro reparte rosquillas en el Concilio I de Moratalaz, cuando salió del armario Dios vestido de Mamá”.
Y de nuevo pregunta: “¿Sabéis lo que hizo cuando hubo muerte?” Y la respuesta coral: “María, la portera, hizo correr el rumor: que dicen, que dijo, que allí no había muerto. Sólo un hortelano llorando de amor: Chismes de mujeres. Ningún hombre lo vio. Y era sábado-libertad”.
Tras la comunión, llegó el momento de “incordiar al sistema, descubriendo acciones de solidaridad”, mientras, de fondo, suena el “resistiré” del Dúo Dinámico. Y para finalizar, llega la “cordura”. Es decir, “para salir de la crisis hay que hacerle caso al corazón. En estos momentos, cordura es repartir en vez de acumular, perdonar en vez de condenar”.
Entre aplausos, la celebración termina, mientras el cantautor entona: “Me niego a aceptar noches sin estrellas, días sin ternura, meriendas sin pan. Me niego a aceptar que obuses que estallan, cañones de odio, construyan la paz. Me niego a creer que el hombre no pueda hacer con su esfuerzo un mundo mejor. Me niego a creer que odio y racismo no puedan un día dar paso al amor”.
Y van saliendo de la sede del Congreso. Entre despedidas y besos, le pregunto al sacerdote secularizado de Santander, José Félix Lequerica, si la misa a la que acabamos de asistir es válida para cumplir con el precepto dominical. “No creo en preceptos, sino en la libertad ante el sábado. Pero claro que es totalmente válida”.
-¿No tenéis miedo de escandalizar?, insisto.
-Nuestra intención no es escandalizar, pero si algún timorato se escandaliza...
-Dicen que Roma podría estar estudiando la eventual reincorporación de los curas secularizados.
-Yo no volvería al ministerio.
-¿Por qué?
-Porque, para ello, tendría que cambiar el actual rol del cura. Eso sí, nunca me he ido de las comunidades de base.