Juan Pablo II puso por escrito su voluntad de renunciar al Pontificado en caso de padecer una "enfermedad incurable" que le impidiera "ejercitar suficientemente las funciones" de Papa, según revela el postulador de su causa de beatificación, Slawomir Oder, en el libro 'Porqué es santo', que saldrá mañana a la venta.
El difunto Papa escribió esta disposición en 1989 aunque puso la decisión final en manos de los máximos responsables del colegio cardenalicio, empezando por su decano, el entonces cardenal Joseph Ratzinger.
En otra carta fechada en 1994, Karol Woytila explicaba que, "después de haber rezado y reflexionado mucho" había considerado el deber de "seguir las disposiciones y el ejemplo de Pablo VI, quien, planteándose el mismo problema, juzgó que no podía renunciar al mandato apostólico sino en presencia de una enfermedad incurable o de un impedimento tal que obstaculizara el ejercicio de las funciones del sucesor de Pedro".
"Aparte de esta hipótesis, considero como una grave obligación de conciencia el deber de seguir desempeñando la tarea a la que Cristo Señor me ha llamado hasta que él, según los misteriosos diseños de su Providencia, quiera", agregó.
Además de estos detalles, Oder confirma que Juan Pablo II solía infligirse mortificaciones corporales y, en concreto, que se flagelaba, además de seguir duros ayunos, sobre todo, durante la Cuaresma, o de dormir en el suelo.
Para que sus colaboradores no se percataran de esto último, Oder recuerda que el Pontífice solía deshacer la cama para simular que había dormido en ella. Lo que sí oían algunos de ellos eran los azotes que el Pontífice se propinaba "tanto en Polonia como en el Vaticano.
"En su armario, entre las sotanas, tenía colgado un particular cinturón para los pantalones que utilizaba como una fusta y que hacía que se la llevaran siempre también a Castel Gandolfo", donde está situada la residencia veraniega del Papa, detalla el postulador.
Perdón a Agca
Juan Pablo II perdonó públicamente a Ali Agca en 1983, luego de que el turco le disparara en la Plaza de San Pedro. Sin embargo, un nuevo libro revela que el Papa excusó al hombre poco después de que él le disparara en la Plaza de San Pedro.
Según escribe el monseñor Slawomir Oder en "Por qué él es un santo", Juan Pablo II pensó en perdonar públicamente a Agca mucho antes.
En un discurso que escribió, el Pontífice sostiene que "la posibilidad de pronunciarlo antes (el perdón) -en la ambulancia que me llevó del Vaticano al hospital Gemelli donde se realizó la primera y decisiva cirugía- lo considero el fruto de una gracia particular dada a mí por Jesús".
Ali Agca fue liberado la semana pasada tras pasar décadas en la cárcel por el intento de asesinato de Juan Pablo II y la muerte de un periodista turco.
El libro, que busca probar que Juan Pablo II fue un santo, contiene los testimonios de 114 personas y cajas de documentación de la vida del Papa. Según el texto, el Pontífice no dio a conocer públicamente antes su perdón a Agca por "prudencia" ante la investigación criminal que se llevó a cabo sobre el ataque.
Actualmente el Vaticano estudia un milagro atribuido a Juan Pablo II para determinar si debe ser beatificado. Se estima que el visto bueno será entregado en octubre próximo.
En "Por qué él es un santo" monseñor Oder revela también que el Papa practicaba constantemente la autoflagelación y se golpeaba con un cinturón, incluso en vacaciones. Además, solía dormir desnudo en el suelo como un acto de penitencia.
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