Este bello fragmento del poeta norteamericano Robert Frost nos encuadra perfectamente en el comentario de este día: decisiones. El poema traducido en forma libre significa más o menos lo siguiente:
Dos caminos se bifurcaron en un bosque
Y yo tomé el menos transitado,
Y eso, ha hecho toda la diferencia…
No cabe duda que nuestras decisiones de cada día van marcando y constuyendo nuestros caminos y la suma de muchas pequeñas elecciones van consolidando un proyecto de vida, una opción de vida. Seguir nuestro proyecto de vida hace toda la diferencia, esa opción podrá ser lo que deseamos desde el fondo del alma y entonces cada elección nos dará felicidad y viviremos nuestra jornada con mucha pasión. Pero si en nuestras deliberaciones cotidianas, vamos escogiendo y decidiendo acciones y cosas que no nos encaminan a nuestro propósito fundamental en la vida, entonces, caminaremos dormidos, existiendo rutinariamente, entre las sombras como zombies vivientes recordando que alguna vez fuimos humanos y teníamos libre albedrío.
Según la autora Debbie Ford en su libro Hágase estas preguntas, una forma muy inteligente y útil para poder revisar nuestras decisiones importantes en la vida, es hacernos una serie de preguntas antes de tomar alguna deliberación definitiva, estos cuestionamientos nos sirven como disparadores y como brújula para orientar y visualizar nuestras decisiones y acciones antes de llevarlas a cabo. A continuación listamos la serie de preguntas:
1. ¿Me llevará esta decisión a un futuro más estimulante o me dejará anclado en el pasado?
2. ¿Me aportará esta decisión una satisfacción a largo plazo o sólo una gratificación inmediata?
3. ¿Tengo el control de la situación o intento complacer al otro?
4. ¿Voy en busca de lo bueno o de lo malo?
5. ¿Esta decisión reforzará mi fuerza vital o me robará energía?
6. ¿Utilizaré esta situación como un catalizador para crecer y evolucionar o me servirá para hundirme?
7. ¿Esta decisión me da poder o me lo quita?
8. ¿Es un acto de autoestima o un acto de auto sabotaje?
9. ¿Es esto un acto de fe o un acto de miedo?
10. ¿Elijo desde mi divinidad o desde mi condición humana?
Mañana, seguimos compartiendo un poco más sobre el impacto que puede tener hacernos estas preguntas de forma constante.
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