Polémica causada por la difusión de noticias internacional
Angola afirma que la prohibición de grupos islámicos no es persecución política de musulmanes
El Gobierno de Angola ha defendido su decisión de
prohibir varios grupos de ideología islámica y de cerrar varias
mezquitas consideradas ilegales, pero ha negado que «persiga» a la
comunidad musulmana. Este viernes el ministro de Exteriores, Georges
Chikoti, dijo que se habían producido «malentendidos» sobre esta acción
del Gobierno.
Varios países musulmanes han criticado fuertemente al gobierno de Angola a raíz de las noticias publicadas por medios de comunicación de todo el mundo, según los cuales la nación africana había «prohibido el islam».
La polémica estalló después de que el Ministerio de Justicia angoleño informase de 194 «confesiones religiosas» cuyo registro había rechazado, entre ellas la Comunidad Islámica de Angola (CISA), como informó Reuters.
Los líderes de esta organización advirtieron a la agencia de noticias también del cierre y la demolición de decenas de mezquitas en todo el país.
Sin embargo, este viernes el ministro de Exteriores, Georges Chikoti, dijo que se habían producido «malentendidos» sobre esta acción del Gobierno.
«No se ha perseguido a ningún musulmán», subrayó el canciller. «No hay una política de persecución a una Iglesia o religión por parte del Gobierno. Eso fue una interpretación de la CISA», agregó.
Además, Chikoti explicó que la Constitución de Angola defiende el derecho a la libertad de religión, pero la ley exige a los grupos religiosos cumplir con los criterios legales para ser reconocidos oficialmente.
«Ocho agrupaciones islámicas solicitaron el registro, pero ninguna cumplía con los requisitos legales, por lo que no pueden practicar su fe hasta la conclusión del debido proceso», dijo. Añadió también que algunos grupos no habían registrado oficialmente sus mezquitas como lugares de culto.
La polémica estalló después de que el Ministerio de Justicia angoleño informase de 194 «confesiones religiosas» cuyo registro había rechazado, entre ellas la Comunidad Islámica de Angola (CISA), como informó Reuters.
Los líderes de esta organización advirtieron a la agencia de noticias también del cierre y la demolición de decenas de mezquitas en todo el país.
Sin embargo, este viernes el ministro de Exteriores, Georges Chikoti, dijo que se habían producido «malentendidos» sobre esta acción del Gobierno.
«No se ha perseguido a ningún musulmán», subrayó el canciller. «No hay una política de persecución a una Iglesia o religión por parte del Gobierno. Eso fue una interpretación de la CISA», agregó.
Además, Chikoti explicó que la Constitución de Angola defiende el derecho a la libertad de religión, pero la ley exige a los grupos religiosos cumplir con los criterios legales para ser reconocidos oficialmente.
«Ocho agrupaciones islámicas solicitaron el registro, pero ninguna cumplía con los requisitos legales, por lo que no pueden practicar su fe hasta la conclusión del debido proceso», dijo. Añadió también que algunos grupos no habían registrado oficialmente sus mezquitas como lugares de culto.
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