El Papa imparte la bendición Urbi et Orbi
«El Resucitado no pertenece al pasado, sino que está presente hoy, vivo»
El Papa ha pedido a Cristo Resucitado durante su
mensaje pascual que otorgue la «esperanza» a varias zonas desfavorecidas
en el mundo, especialmente en Siria, Tierra Santa, el Cuerno de África,
Malí y Nigeria. El Santo Padre ha celebrado la Misa del domingo de
Pascua de la Resurrección del Señor en la Plaza de San Pedro, ante más
de cien mil fieles, y al terminar ha impartido la bendición Urbi et Orbi
desde el balcón central de la Basílica Vaticana. En la felicitación
pascual en español, el Papa ha deseado «a todos una buena y feliz fiesta
de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de
Jesucristo Resucitado».
La
celebración se ha iniciado con el rito del 'Resurrexit' que incluye el
icono de Cristo Resucitado y el rito de la aspersión con el agua bendita
en recuerdo del bautismo, como acto penitencial que introduce a la
celebración de los santos misterios del Señor. La proclamación del
Evangelio se ha llevado a cabo en latín y griego para subrayar la
universalidad de la celebración pascual.
Durante
la Misa, el Sumo Pontífice no ha pronunciado la homilía porque después
de la Misa ha dado el mensaje pascual, en el cual ha reflexionado en la
figura de María Magdalena, la primera en "encontrar a Jesús resucitado".
Benedicto
XVI ha señalado que "todo cristiano revive la experiencia de María
Magdalena" porque "es un encuentro que cambia la vida". Jesús es "un
hombre único, que nos hace sentir toda la bondad y la verdad de Dios,
que nos libra del mal, no de un modo superficial, momentáneo, sino que
nos libra de él radicalmente, nos cura completamente y nos devuelve
nuestra dignidad".
A
su vez, el Papa ha recordado que Magdalena llama a Jesús "mi esperanza"
porque "ha sido Él quien la ha hecho renacer, le ha dado un futuro
nuevo, una existencia buena, libre del mal". "Cristo, mi esperanza
-añade el pontífice- significa que cada deseo mío de bien encuentra en
Él una posibilidad real, con Él puedo esperar que mi vida sea buena y
sea plena, eterna, porque es Dios mismo que se ha hecho cercano hasta
entrar en nuestra humanidad".
"Si
Jesús ha resucitado, entonces ha ocurrido algo realmente nuevo, que
cambia la condición del hombre y del mundo", ha agregado Benedicto XVI.
Por lo que Jesús es alguien del que "podemos fiarnos de modo absoluto, y
no solamente confiar en su mensaje, sino precisamente en Él, porque el
resucitado no pertenece al pasado, sino que está presente hoy, vivo".
En
este sentido, "Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para
las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por
discriminaciones y persecuciones. Y está presente como fuerza de
esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada situación humana de
sufrimiento e injusticia".
Al
finalizar su mensaje pascual, el Papa ha pedido a Cristo resucitado que
"otorgue esperanza a Oriente Próximo, para que todos los componentes
étnicos, culturales y religiosos de esa región colaboren en favor del
bien común y el respeto de los derechos humanos".
Al
finalizar la Misa, el Papa ha impartido la bendición Urbi et Orbi desde
la logia central de la Basílica y ha felicitado por la pascua en 65
idiomas.
En
la felicitación pascual en español, el Papa ha deseado "a todos una
buena y feliz fiesta de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y
el amor de Jesucristo Resucitado".
La
Urbi et Orbi se imparte durante el año sólo en dos ocasiones, el
domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre. Esta bendición
confiere la indulgencia plenaria bajo las causas previstas por la
iglesia y los efectos se cumplen para los fieles que la reciben con fe y
devoción en la Plaza de San Pedro y a todos los que la escuchan a
través de los medios de comunicación. El Papa ha sido asistido por los
cardenales Jean-Louis Tauran -cardenal protodiacono- y Raymond Leo
Burke.
La
decoración floral en esta festividad pascual ha sido compuesta por
42.000 flores y plantas provenientes de Holanda, por lo que se trata de
la vigésima séptima vez consecutiva que el domingo de pascua es adornado
por flores holandesas.
En
la Plaza de San Pedro se crean diez 'jardines', las escaleras son
provistas de un "tapiz de flores" y en decenas de lugares se colocan
arreglos de flores grandes. La 'logia' ha sido provista de 1.000
orquídeas blancas.
(EP) La celebración se ha iniciado con el rito del
'Resurrexit' que incluye el icono de Cristo Resucitado y el rito de la
aspersión con el agua bendita en recuerdo del bautismo, como acto
penitencial que introduce a la celebración de los santos misterios del
Señor. La proclamación del Evangelio se ha llevado a cabo en latín y griego para subrayar la universalidad de la celebración pascual.
Durante la Misa, el Sumo Pontífice no ha pronunciado la homilía
porque después de la Misa ha dado el mensaje pascual, en el cual ha
reflexionado en la figura de María Magdalena, la primera en "encontrar a
Jesús resucitado".
Benedicto XVI ha señalado que "todo cristiano revive la experiencia de María Magdalena"
porque "es un encuentro que cambia la vida". Jesús es "un hombre único,
que nos hace sentir toda la bondad y la verdad de Dios, que nos libra del mal, no de un modo superficial, momentáneo, sino que nos libra de él radicalmente, nos cura completamente y nos devuelve nuestra dignidad".
A su vez, el Papa ha recordado que Magdalena llama a Jesús "mi
esperanza" porque "ha sido Él quien la ha hecho renacer, le ha dado un
futuro nuevo, una existencia buena, libre del mal". "Cristo, mi
esperanza -añade el pontífice- significa que cada deseo mío de bien
encuentra en Él una posibilidad real, con Él puedo esperar que mi vida sea buena y sea plena, eterna, porque es Dios mismo que se ha hecho cercano hasta entrar en nuestra humanidad".
"Si Jesús ha resucitado, entonces ha ocurrido algo realmente nuevo,
que cambia la condición del hombre y del mundo", ha agregado Benedicto
XVI. Por lo que Jesús es alguien del que "podemos fiarnos de modo
absoluto, y no solamente confiar en su mensaje, sino precisamente en Él,
porque el Resucitado no pertenece al pasado, sino que está presente
hoy, vivo".
En este sentido, "Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe,
por discriminaciones y persecuciones. Y está presente como fuerza de
esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada situación humana de
sufrimiento e injusticia".
Al finalizar su mensaje pascual, el Papa ha pedido a Cristo resucitado que "otorgue esperanza a Oriente Próximo,
para que todos los componentes étnicos, culturales y religiosos de esa
región colaboren en favor del bien común y el respeto de los derechos
humanos".
Al finalizar la Misa, el Papa ha impartido la bendición Urbi et Orbi desde la logia central de la Basílica y ha felicitado por la pascua en 65 idiomas.
Dicha bendición se imparte durante el año sólo en dos ocasiones, el domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre.
Esta bendición confiere la indulgencia plenaria bajo las causas
previstas por la iglesia y los efectos se cumplen para los fieles que la
reciben con fe y devoción en la Plaza de San Pedro y a todos los que la
escuchan a través de los medios de comunicación. El Papa ha sido
asistido por los cardenales Jean-Louis Tauran -cardenal protodiacono- y
Raymond Leo Burke.
La decoración floral en esta festividad pascual ha sido compuesta por 42.000 flores y plantas provenientes de Holanda, por lo que se trata de la vigésima séptima vez consecutiva que el domingo de pascua es adornado por flores holandesas.
En la Plaza de San Pedro se crean diez 'jardines', las escaleras son
provistas de un "tapiz de flores" y en decenas de lugares se colocan
arreglos de flores grandes. La 'logia' ha sido provista de 1.000
orquídeas blancas.
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