(Jesús Bastante).- "El desempleo genera desprotección, y más aún en época de crisis", asumió este mediodía el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, durante la presentación de la Memoria del Programa de Empleo de esta asociación. Pese a todo, hay lugar para la esperanza. Así, en mitad de la crisis, Cáritas ha demostrado cómo se puede genera empleo, y confianza. En 2009 95.694 personas (en su mayoría procedentes de los colectivos más desfavorecidos) se acercaron a Cáritas en busca de trabajo, un 28,14% más que en 2008. 14.576 lograron su inserción laboral.
"El empleo en España es muy precario", apuntó Mora, quien no quiso hacer sangre de los datos de paro filtrados por error en el INE y que arrojan, por primera vez en muchos años, un índice de desempleo superior al 20%. "La cifra da una imagen de la gravedad de la situación que estamos viviendo, tras la cual hay personas, con nombres, apellidos y familia". Más de 1,2 millones de hogares en nuestro país tienen a todos sus miembros activos en paro, y más de medio millón de ellos no cuenta con ingreso alguno.
La lucha contra el desempleo es, también, una pelea por la inserción y la dignidad. "Para la Iglesia, el trabajo no sólo es un medio de sustento, sino que marca el nivel de cohesión de la sociedad", apuntó el secretario general de Cáritas, quien mostró el perfil de las personas que acudieron a Cáritas buscando trabajo durante el pasado año. Unos datos que nos dibujan el rostro de una mujer joven, inmigrante y con estudios básicos, que en buena medida ya se encontraba en una situación de precariedad antes del estallido de la crisis. Y que han de encontrar acomodo en las soluciones que se busquen. "Las personas excluidas han de tener un lugar prioritario en cualquier reforma laboral".
Y es que, con el actual mercado, "los últimos sólo ocupan el trabajo más precario", denunció Mora, quien no obstante reivindicó que "la inversión en empleo es socialmente rentable", y parafraseó la encíclica "Caritas in Veritate" de Benedicto XVI para apuntalar que "hay que buscar fórmulas de economía solidaria".
En este sentido, Cáritas presentó una serie de acciones de formación para el empleo y de intermediación laboral, así como rindió cuentas de sus proyectos que, directa o indirectamente, están generando empleo y dignidad. También en el denominado "empleo social", donde Cáritas cuenta con 26 empresas de inserción y cooperativas.
La crisis, indefectiblemente, resucita viejos fantasmas. Y, aunque España es un país de acogida, desde Cáritas se alertó contra las tentaciones de "olvidar que los más afectados son los más pobres y excluidos". También los inmigrantes. "La inmigración es un hecho positivo para la sociedad", asumió Mora, quien reclamó que "el nivel de acogida se mantenga. No podemos justificar en la situación económica posibles brotes de xenofobia, porque las personas inmigrantes no son sólo mano de obra. Son hermanos nuestros y merecen toda la dignidad".
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