OVACIONÓ DE PIE AL DIRECTOR BARENBOIM Y LA ORQUESTA
El Papa, entusiasmado tras escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven en La Scala de Milán
El Papa Benedicto XVI elogió la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven el viernes por la noche en La Scala de Milán como «un momento de elevación del alma». El Santo Padre se puso de pie para ovacionar junto con el público al director argentino Daniel Barenboim, la orquesta y el coro, y después caminó hacia el escenario y entre los integrantes de la orquesta hasta el atril del director para saludar al público.
"No es una felicidad especialmente cristiana de la que canta Beethoven, sino la felicidad de la coexistencia de la gente, de la victoria sobre el egoísmo", dijo el Papa.
Agradeció a Barenboim por su elección de repertorio, porque "permite dar un mensaje con la música que afirma el valor fundamental de la solidaridad, de la fraternidad y de la paz".
Tras sus palabras Benedicto XVI saludó a los artistas y trabajadores de La Scala antes de dirigirse a la catedral de Milán para una oración y una eucaristía enfocadas a las víctimas de los sismos que recientemente afectaron la región de Emilia-Romagna.
La decisión de Benedicto XVI de asistir a un concierto en La Scala representa un gran honor para el teatro, dijo Barenboim antes de la presentación.
"Este es un gran honor para nuestro teatro, que el Papa haya venido a Milán y que venga a La Scala. No es una obligación que el Papa venga a La Scala", agregó.
Para Benedicto XVI fue su primera presencia en un concierto público desde que comenzó su papado. Es el único pontífice, además de su predecesor Juan Pablo II, que ha asistido a una función en La Scala.
La presencia del Papa demuestra que La Scala "es un instituto cultural importante" y que "una de sus preocupaciones es la cultura", agregó el director.
Barenboim consideró lógico optar por la Novena Sinfonía de Beethoven.
"Necesitábamos una pieza importante", expresó el director. "No podemos tocar algo frívolo para el Papa"
(Terra) "No es una felicidad especialmente cristiana de la que canta Beethoven, sino la felicidad de la coexistencia de la gente, de la victoria sobre el egoísmo", dijo el Papa.
Agradeció a Barenboim por su elección de repertorio, porque "permite dar un mensaje con la música que afirma el valor fundamental de la solidaridad, de la fraternidad y de la paz".
Tras sus palabras Benedicto XVI saludó a los artistas y trabajadores de La Scala antes de dirigirse a la catedral de Milán para una oración y una eucaristía enfocadas a las víctimas de los sismos que recientemente afectaron la región de Emilia-Romagna.
La decisión de Benedicto XVI de asistir a un concierto en La Scala representa un gran honor para el teatro, dijo Barenboim antes de la presentación.
"Este es un gran honor para nuestro teatro, que el Papa haya venido a Milán y que venga a La Scala. No es una obligación que el Papa venga a La Scala", agregó.
Para Benedicto XVI fue su primera presencia en un concierto público fuera de Romadesde que comenzó su papado. Es el único pontífice, además de su predecesor Juan Pablo II, que ha asistido a una función en La Scala.
La presencia del Papa demuestra que La Scala "es un instituto cultural importante" y que "una de sus preocupaciones es la cultura", agregó el director.
Barenboim consideró lógico optar por la Novena Sinfonía de Beethoven. "Necesitábamos una pieza importante", expresó el director. "No podemos tocar algo frívolo para el Papa".
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